Desde el partido vecinal LLIBERTAT LLUCMAJOR exigimos la dimisión, o en su defecto el cese por parte del Alcalde de Llucmajor (Éric Jareño del PP), del Teniente de Alcalde de Urbanismo y Medio Ambiente (Guillermo Roig de ASI) por insultar en un comunicado público a través de sus redes sociales a las víctimas de COVID-19.

Los hechos tuvieron lugar cuando el partido vecinal comunicó al Alcalde y sus socios que nuestro concejal Eloy Crusat dio positivo en COVID-19 y por tanto él y también nuestro portavoz Alexandro Gaffar se encontraban en cuarentena. Horas después de dar esas informaciones el Concejal de Urbanismo publicó y compartió en diversos grupos de alta visibilidad del municipio un comunicado que hacia mofa del contagio, haciendo referencias a la sexualidad de las víctimas.

Al día siguiente, se requirió una disculpa pública en los canales internos del Ayuntamiento, en donde el Concejal de Urbanismo se negó a darlas y el Alcalde no puso orden, sino calló ignorando el tema. El problema no terminó allí, el mismo Concejal de Urbanismo durante nochebuena y el día siguiente se dedicó a publicar más comunicados y compartirlos en las redes, donde tachaba de nazis a los que criticaban su postura anterior.

Julián López-Menchero, Vicepresidente de LLIBERTAT LLUCMAJOR:

Es intolerable, el Concejal de Urbanismo ya fue condenado por calumnias hace años y el Alcalde no le está exigiendo tan siquiera parar ni se está desmarcando de esta clase de insultos que son más propios de un patio de colegio que de un Ayuntamiento. Es por ello, ante la escalada de insultos y faltas de respeto, no solo a nuestros concejales afectados por el COVID-19, sino a todos los que han fallecido por la pandemia, que este señor debe ser retirado de inmediato del Equipo de Gobierno. Si el Alcalde no toma acciones al respeto, será cómplice y el Ayuntamiento quedará manchado para siempre.


Alexandro Gaffar, Presidente de LLIBERTAT LLUCMAJOR:

Cabe recordar que la última vez que en Llucmajor un Alcalde del PP miraba hacia otro lado cuando hacia cosas horribles su socios de ASI, éste acabo sentado en los juzgados declarando como imputado y perdiendo la Alcaldía. Por tanto, es vital que el Alcalde aprenda de los fallos de sus predecesores y no acabe en esa misma senda peligrosa en la que se ha enmarcado por permitir todo a cambio de ostentar el cargo de Alcalde y cobrar sus 50.000 euros anuales.